La revisión ginecológica, la mejor prevención.
El cáncer de ovario es difícil de detectar. Sus síntomas se pueden confundir con otras patologías más comunes, por lo que hace que, cuando ya ha sido diagnosticado, se encuentre en una etapa avanzada. Las revisiones ginecológicas periódicas cobran especial atención para su prevención.
María se sentía llena cada vez que comía, la barriga excesivamente hinchada y de vez en cuando con pequeños dolores, que los achacaba a los aires. María tiene 60 años y todo ello, pensaba, era por problemas digestivos, de la edad: “claro es que ya tengo que comer ligero y cuidarme. No tengo el estómago como antes”.
María fue de médico en médico, pensando que era un problema digestivo, sin que esa incómoda sensación desapareciera del todo. Hasta que en una revisión ginecológica rutinaria le notaron un pequeño tumor en la ecografía.
A diferencia del cáncer de mama que se pueden detectar con una mamografía o de útero, a través de una citología, para el cáncer de ovario no hay pruebas fiables para realizar un cribado del cáncer, es decir, exploraciones o pruebas en personas que no tienen síntomas. La revisión ginecológica a través de una exploración pélvica es la mayor prevención, incluso antes de que se manifiesten los primeros síntomas.
Y es que la ambigüedad de los síntomas en sus primeros estadios puede llevar a confusión. Eso no significa que todas las mujeres que tienen digestiones pesadas pueden padecer esta enfermedad, ni si se coge peso o se pierde. Pero si se reúnen algunos síntomas juntos de forma persistente, no está de más eliminar posibles diagnósticos. Acude a tu ginecólogo.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del cáncer de ovario?
El cáncer de ovario es menos frecuente proporcionalmente al mayor número de embarazos. Suele manifestarse más en mujeres que ya han entrado en la menopausia, siendo de los 50 a los 70 años la horquilla de edad más afectada, aunque puede padecerse a cualquier edad.
Los síntomas que te pueden inducir a pensar que puedes padecer cáncer de ovario son:
- Hinchazón y aumento excesivo del tamaño de la barriga
- Sensación de plenitud, de siempre estar llena
- Pérdida del apetito
- Dolores persistentes en la zona abdominal y/o pélvica
- Cansancio sin causa aparente
- Aumento o pérdida de peso sin cambio en nuestro ritmo de vida o alimentación
- Náuseas, diarrea o estreñimiento, o ganas de orinar frecuentemente
Como he comentado antes, son síntomas que más de una vez hemos padecido debido a causas menos graves. Pero si encuentras que alguno de ellos persiste o que son más llamativos o inusuales de lo habitual, una revisión ginecológica adecuada puede descartar si son debidos a padecer cáncer de ovario o es el inicio a realizar otras pruebas para su confirmación.
La revisión ginecológica es la mayor prevención ante este cáncer camaleón. Ante cualquier anomalía, no lo dejes pasar, visita a tu ginecólogo.
Espero haberte ayudado
Un saludo
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