Deseamos que hoy, 26 de marzo, Día contra el cáncer de
Cérvix, sea una oportunidad para incidir en la importancia de la
prevención como nuestra mejor arma en su lucha.
El cáncer de cérvix o cuello de útero, es uno de los cánceres
de más fácil propagación, ya que está relacionado con el Virus del Papiloma Humano
(VHP), y también de erradicarlo si se detecta a tiempo. En sus primeros
estadios no presenta síntomas, por lo que los cribados periódicos, en especial
la prueba de Papanicolau, son claves para su detección.
Las mujeres con cánceres de cuello uterino en etapa temprana
usualmente no presentan síntomas, y sí empezamos a notar irregularidades, como sangrado
inusual, dolor durante las relaciones sexuales o cambio y secreción del flujo
vaginal, cuando el cáncer está ya avanzado.
La prueba Papanicolaou como método de control y prevención
Las pruebas de Papanicolaou pueden detectar cambios
tempranos en las células del cuello uterino antes de que se conviertan en
cancerígenas. Por lo que pueden ser tratadas para su prevención. De ahí la
importancia de la periodicidad, ya que si el cáncer de cuello de útero es
tratado en sus inicios, hay un tanto por cien más que elevado de ser curado.
¿Cuándo debería comenzar a realizar los controles periódicos?
Tu ginecólogo te asesorará, pero lo ideal sería comenzar periódicamente
en el momento en que se comienzan a tener relaciones sexuales. Y realizar, sobre todo, controles anuales a partir
de los 30-35 años, ya que és en ésta horquilla, entre los 35 y los 55 años, cuando más
incidencia se observa.
Por ello, desde la Clínica Sancho Pavía abogamos por la prevención. No esperes a que presente síntomas.
Como siempre digo, la
prevención, es tu mejor arma contra el cáncer.
No lo dejes pasar.
Espero haberte ayudado.
Un abrazo
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