La menorragia como síntoma de la hiperplasia endometrial
A partir de los los 45 años pueden ocurrir irregularidades durante los ciclos menstruales debido a desarreglos hormonales que nos van avisando de la llegada de la menopausia. Uno de ellos puede ser la menorragia, o exceso de sangrado durante periodos largos. Son diversas las causas de este flujo excesivo, pero una de ellos puede ser la hiperplasia endometrial o aumento excesivo del endometrio debido al descenso de la progesterona, hormona que regula nuestra ovulación junto a los estrógenos.
La menorragia es el sangrado excesivo intermenstrual. Puede durar desde 6 días hasta incluso 2 meses. Suele ser común durante la perimenopausia, periodo que nos anuncia la llegada de la menopausia. No es una enfermedad, sino un síntoma que nos avisa de que algo está pasando en nuestro cuerpo. Una de las causas puede ser la hiperplasia o aumento de las paredes del endometrio, fácil de controlar si se detecta tempranamente pero que, en algunos casos, puede derivar en cáncer si se convierte en algo crónico sin tratar.
¿Qué es exactamente la hiperplasia endometrial?
Durante nuestro ciclo reproductivo entran en funcionamiento dos hormonas muy importantes para la fecundación: los estrógenos y la progesterona. Hasta el periodo de ovulación los estrógenos estimulan la creación de células del endometrio, durante la ovulación suben los niveles de progesterona que hace que las células maduren para mejorar la implantación del embrión tras la fecundación.
Si finalmente no hay fecundación, a las dos semanas baja el nivel de progesterona y vuelve a comenzar el ciclo.
Si los niveles de progesterona son bajos, el proceso de proliferación de las células endometriales no se controla y se van multiplicando, generando la denominada hiperplastia o aumento del endometrio, la capa superficial del útero que se vuelve demasiado gruesa, generando así el exceso de sangrado.
Tipos de hiperplasia de endometrio.
Hay 3 tipos de hiperplasia: la simple, la hiperplasia compleja y la hiperplastia atípica:
- Hiperplasia simple. Es cuando las células endometriales se multiplican.
- Si además de multiplicarse se agrupan hablamos de hiperplasia compleja. En ninguna de las dos hay cambios importantes en la estructura de las células.
- Hiperplasia atípica: cuando las células, además de multiplicarse, cambian. Si además es compleja, en estos casos ya hay un cierto riesgo de que se pueda derivar en cáncer de endrometrio.
Tratamiento de la hiperplasia endometrial
Con los dos primeros tipos de hiperplasia, un tratamiento hormonal que haga estimular el aumento de progesterona, puede frenar eses proceso de aumento y multiplicación de células endometriales.
En el caso de la hiperplasia atípica el tratamiento puede ser mucho más severo, llegando a recurrir a la cirugía para la extirpación de parte del útero con la realización de una histerectomía.
Como siempre digo cada mujer es única por lo que la visita a tu ginecólogo es imprescindible para confirmar o desechar patologías. Si tienes sangrado severo o que se prolonga en semanas, no dejes de acudir a tu médico.
Espero haberte ayudado
Un abrazo
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